Existen dos métodos recomendados para ayudar a dormir a tu bebé y no tiene un daño psicológico para tu bebé.
El primer método es la extinción gradual, que busca permitir a los bebés que se consuelen a sí mismos, sin intervención inmediata de los padres.
El segundo método es el atraso de la hora de irse a dormir, retrasando la hora de irse a dormir del bebé y así que se duerma rápidamente.
Ambos métodos ayudan a que los niños duerman con mayor rapidez cuando se tienen que ir a dormir y a despertarse menos durante la noche.
Un estudio despejó la preocupación fundamental de los padres, ya que no causa angustia al bebé y no tendrá consecuencias a largo plazo.
Con el llanto controlado, los padres tenían que esperar unos minutos antes de responder cuando el bebé empieza a despertarse llorando por la noche. Entonces, podrán consolar al bebé pero sin cogerlo en brazos.
Con el segundo método, es algo más suave, ayudando al bebé a quedarse dormido antes poniéndolo a dormir más tarde.