Tipos de colchones y sus tecnologías

Como ya bien hemos explicado, escoger un colchón u otro puede ser transcendental para nuestro correcto descanso. Sin embargo, la elección de este no es algo fácil, puesto que hay muchos factores en los que fijarse a la hora de escoger un colchón. Y es que, aunque parezca raro, la tecnología de un colchón es muy compleja.

Tenemos que tener en cuenta que el colchón  es probablemente uno de los muebles que más utilizamos en toda nuestra vida. Soporta nuestro peso todos los días una media mínima de 6 a 8 horas. Si tenemos en cuenta esto, el colchón va perdiendo sus propiedades y, como es de suponer, con el paso de los años, este no ofrece las mismas características que ofrecía al principio.

En cuanto a las tecnologías de los colchones, aquellas que más se demandan son las de muelles y las de espumación (como la látex o la viscoelástica). También aparecen en el mercado los colchones de agua, de aire, los textiles, etc., aunque estos suelen ser adquiridos de forma más escasa.

Asimismo, podemos agrupar los colchones en dos familias:

  1. Colchones de muelles.

Hasta hace unos años, casi todos los hogares apostaban por este tipo de colchón. Sin embargo, dependiendo de su acabado, pueden parecerse más o menos a los de espumación. Además, en algunos casos, los muelles forman parte de uno de los materiales de los colchones de espumación, sólo que dependiendo del grosor se notará más o menos el efecto de estos.

La gran desventaja de este tipo de colchones es que con el paso del tiempo y el uso de estos, el colchón cede, por lo que tienden a hundirse en el centro lo cual deriva a una postura incorrecta del cuerpo durante el descanso.

  1. Colchones de espumación.

Dentro de esta familia encontramos a los colchones de espuma de poliuretano, los de látex y los viscoelásticos.  Los de espuma de poliuretano, suelen ser los más económicos y son conocidos como “gomaespuma”. Más sin embargo, existe una tecnología de colchones de espuma de alta calidad en los que la densidad de esta es mayor.

Después nos encontramos con los de látex. Las cualidades ergonómicas de este son muy similares a las del colchón de muelles, siempre y cuando el látex no sea de muy baja densidad lo que puede llevar a un colchón demasiado blando. Este tipo de colchones suele costar más que uno de muelles, a pesar de que la calidad de descanso que ofrecen ambos es muy parecida. Eso sí, los colchones de látex tienen una mayor durabilidad.

Por último, podemos observar la tecnología viscoelástica. Este tipo de colchón se caracteriza por su adaptación a la forma del cuerpo dependiendo de la temperatura y presión de este. Por ello, al reducir la presión corporal se obtiene una gran comodidad en el descanso. Más sin embargo, su efecto memoria puede crear un efecto de molde dificultando así la movilidad.

Además, debemos tener en cuenta que al adaptarse al cuerpo, el peso que ejerce este en la zona de los glúteos suele ser mayor, lo que puede ocasionar problemas en la zona lumbar. Por ello es muy importante tener en cuenta que el soporte inferior (de muelles, espumación, etc.) es tan relevante como la capa superior viscoelástica.

Concluyendo, es sustancial que a la hora de obtener un colchón nuevo te informes y pidas consejo a un profesional haciéndole saber tus propias necesidades y las características que esperas encontrar en tu colchón.

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